Grupo de Oracion

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martes, 17 de enero de 2017

Conocimiento de Sí Mismo y Curación

Pedirle a la gente ser más conscientes de lo que les bloquea en la senda del verdadero conocimiento de sí mismo a menudo encuentra resistencia. La respuesta puede ser: 'Ciertamente yo sé lo que soy en esta etapa de mi vida". O "Hay muchas cosas en mi pasado que realmente no quiero hacerles frente; no hay necesidad de eso; lo he enfrentado. Estoy bien así”.

Por supuesto, sabemos quiénes somos en un cierto nivel. Pero estamos hablando de nuestro yo superficial, atrapado y condicionado por las experiencias pasadas. Incluso podemos aceptar en el nivel intelectual que quizás somos más de lo que pensamos que somos. Tomamos en cuenta que el ego no es la totalidad de nuestro ser, nosotros creemos al decir que el Reino está también dentro de nosotros. Pero hacer más que aceptar esto en la confianza y la esperanza y trabajar para experimentar esta verdad por nosotros mismos, a menudo es demasiado difícil.

John Main era muy consciente de ello. En "Fully Alive", explica que "La mayoría de nosotros gastamos un buen montón de nuestras energías en la supresión de emociones como la culpa, miedos, lo que sean. Cuando comienzas a meditar, después de algún tiempo las supresiones  se quitan y así el temor o el sentimiento de culpa que estás tratando de enterrar, poco a poco brota a la superficie y es posible, después de la meditación, que en lugar de sentirte más profundamente relajado, te puedas sentir vagamente inquieto, vagamente preocupado, no estás seguro por qué".

En este momento muchos de nosotros no lo aceptan y piensan: "La meditación no es para mí, tengo que estar haciendo algo mal, no me  está ayudando en absoluto”.

El malentendido de la meditación simplemente como una forma de relajación, una forma de olvidar nuestros problemas y de suprimir partes de nuestra naturaleza con las que no nos gusta enfrentarnos, puede significar que practiquemos por años sin ningún crecimiento de la conciencia de nuestro potencial. En lugar de llegar al conocimiento  de nosotros mismos y a la plenitud integrada permanecemos fragmentados.

Y sin embargo, escuchamos a Jesús decir en el Evangelio de Tomás: "Cuando ustedes se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos, y entenderán que son hijos del Padre viviente. Pero si no se conocen a ustedes mismos, entonces vivirán en la pobreza, y serán la pobreza” (Evangelio de Tomás, 3).

Por supuesto que no queremos "vivir en la pobreza"; queremos experimentar este sentido de totalidad, integración y armonía.

La razón por la que pensamos que no podemos hacer esto es que suponemos que es una tarea que tenemos que conseguir por nuestra cuenta. Pero John Main continúa: "El poder de la meditación es el siguiente: a medida que perseveramos en el camino, las cosas que estamos suprimiendo o el temor que no se puede enfrentar o la culpa que no queremos admitir son, por así decirlo, quemados en el fuego del Amor Divino. Muy a menudo, nunca sabrás conscientemente qué era, pero se ha ido y se ha ido para siempre. "

Por lo tanto, no hay nada por lo cual luchar, y no es un 'logro': 'logro', 'objetivo' son palabras del 'ego' y por lo tanto no son relevantes en este camino. Sólo tenemos que recordar la chispa divina inherente a nuestra naturaleza humana. La esperanza y la confianza que viene del conocimiento de este potencial innato hace que nuestra práctica de meditación sea significativa y la levanta sobre el terreno de la mera relajación.

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