Vivimos en una época emocionante, cuando las enseñanzas de las grandes religiones del mundo y las tradiciones de sabiduría están a disposición de todos en los libros, a través de los profesores o de Internet. Esto permite una apertura de nuestra conciencia a una espiritualidad humana más amplia. Todas las religiones principales tienen muchas correspondencias, de hecho hay un núcleo común en el seno de sus tradiciones particulares. Gottfried Leibniz, el filósofo alemán del siglo XVII y más tarde Aldous Huxley en el siglo XX se refieren a esto como la "filosofía perenne". Debido a esto, muchos elementos en la literatura o en las palabras de los maestros en otras tradiciones resonarán con nosotros. Esto puede tener dos efectos: se puede profundizar y enriquecer la comprensión de nuestra propia tradición, pero también conlleva el peligro de que cada uno de nosotros nos volvamos mariposas espirituales, tomando néctar de muchas fuentes diferentes y sin embargo no ser realmente capaces de digerir las muchas ricas ideas para nutrir nuestro ser espiritual.
Su Santidad el Dalai Lama hizo hincapié en una de sus grandes reuniones en Bodh Gaya, a las que Laurence Freeman y algunos de nosotros asistimos como parte de un programa conjunto del "Camino de la Paz" en diálogo interreligioso de nuestra Comunidad con Su Santidad, que era importante volver a las raíces propias, así como todas las tradiciones religiosas comparten el mismo núcleo de verdad. Para ilustrar esto, invitó a Laurence Freeman a compartir la plataforma con él como un ejemplo de que esta verdad la comparte con el cristianismo. Él ha destacado desde entonces muchas veces este mismo punto en muchas de sus charlas internacionales. A pesar de que podamos rechazar la estructura de creencias de la religión de nuestros padres, estamos todavía arraigados en la cultura y las ideas que han surgido de la misma.
La meditación, como Laurence Freeman dice en Jesús, el Maestro Interior, "es una forma de silencio y de autotrascendencia, una forma de relación y de soledad, una manera de leer sin palabras, de saber sin pensamientos." Trascender el yo no depende de una estructura de creencias sino de la fe. Esta amorosa y confiada fe / relación nos permite dejar nuestra conciencia del ego atrás y conectarnos en nuestro caso a la conciencia de Cristo, ya que "la meditación, a la luz de la fe cristiana, es un encuentro profundo con la mente de Cristo." La primera declaración se aplicará a todas las diferentes formas de meditación, pero el elemento de relación / fe será diferente para cada uno. Nos conectamos con nuestro verdadero ser en Cristo y el budista se conectará con su naturaleza de Buda.
John Main, citado por Laurence Freeman en First Sigh" - su exploración de la experiencia de fe -, dice que la meditación es un "camino de fe", ya que "Tenemos que dejarnos atrás antes que el otro aparezca y sin la pre
-envasada garantía de que el otro va a aparecer" (De la palabra al silencio"). Es nuestra fe en que Cristo está ahí para guiarnos, la que nos permite asumir el riesgo de entrar en el silencio de nuestra conciencia más amplia. Sin una relación con Cristo o un ser iluminado como el Buda, podríamos entrar bien en el silencio, pero podríamos estar a la deriva de nuestro propio inconsciente, con todo el peligro que eso implica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.